Como decíamos en nuestro post anterior (Astilbe,las flores que sueñan), las flores del Astilbe se han convertido en unas de las protagonistas esenciales en la decoración floral de bodas con un estilo natural, suave y romántico. Con sus elegantes espigas de colores, su aspecto grácil y fácilmente combinables, han llegado para quedarse mucho tiempo.
Desde Rusia con amor, … y muchas flores. Eso parece que nos dice Tatyana Kudryashova en sus decoraciones florales: espectaculares, románticas, cuidando todos los detalles.
Empieza la temporada de bodas, y hay una invitada especial que no quiere perderse ni una: la peonia. Como cada año, puntual a su cita llegan las peonias, para colarse en las bodas más glamurosas, y también para dar algún que otro dolor de cabeza a los sufrid@s floristas.
Invierno es época de tulipanes, y que mejor para casarse en invierno que un bonito bouquet con tulipanes, ya sea solos o acompañados de otras flores.
En la entrada anterior, quería hablaros de las gardenias en ramos de novia y solapas, pero me vino a la cabeza aquella canción «dos gardenias para tí» , se me fue un poquito la olla y me vino la vena folclorica. Ahora ya en plan serio y profesional 😉
Si tuvieramos que escoger a la reina de corazones, creo que sin ninguna duda la elegiriamos a ella: Wally Klett. Tras más de cuarenta años como florista profesional, Wally se ha especializado en ramos de novia y todo lo que rodea a estos: la técnica de estructuras de ramos alambrados, la joyeria floral, complementos… todos ellos adquieren una nueva dimensión en sus manos. Creativa, imaginativa, simpatiquísima y una investigadora inagotable.
«Flor de la novia», «nebulosa», suspiro del bebé, velo nupcial, … son algunos de los nombres con los que se conoce familiarmente. Y no en vano, la Gypsophilla paniculata nos recuerda las nubes de primavera, la pureza de la inocencia, la sutileza de un velo… Compañera ideal en bodas románticas y sencillas, dando toques de dulzura, insinuando más que mostrando.
